miércoles, 21 de abril de 2010

Redacción

Hace unos días en la facultad han entregado el último ejemplar del periódico institucional el cual lleva el nombre de Redacción, titulo bien puesto, especificado y realmente patentado con orgullo, y no porque quiera reventarle cohetes a la universidad, sino porque realmente refleja aquello que muchos jóvenes hacen para enfocarse en su carrera de periodistas.
Lo aprecie detenidamente, papel periódico, fotos brillosas, algunas grandes y otras pequeñas, notas extensas así como pequeñas, editorial, opinión, reportaje en medio y demás características de este medio universitario.


Al verlo de inmediato mi mente viajo a la época en la que estuve, una época realmente genial que muy pocas veces podré repetir, cuando aun jóvenes de mediano ciclo ingresábamos al famoso edificio de talleres para laborar, una anécdota que de inmediato quise reflejar en este blog. Un post que debía hace mucho tiempo y creo ahora se hará justicia en crearlo.
Qué mejor que brindar un recuerdo a aquellos seres que laboraron conmigo en Redacción, esos muchachos que a pesar de ver poco en la actualidad, supieron sacar adelante esas ganas de continuar un trabajo, de cumplir un sueño, de buscar esa meta que tenían trazada.

Para ustedes…



Redacción

La protesta en la avenida Tacna aquella mañana había generado una congestión terrible, nuevamente el SUTEP reclamaba algo contra el ministerio de educación. No recuerdo que, pero estaban nuevamente en las calles fregando la paciencia de todo viajante apurado.
Me ubicaba pensativo intentando responderme cómo o quienes me habían recomendado en aquel diario que tan solo veía anteriormente empotrados en el muro de ingreso a los salones para que sean cogidos y llevados a gusto del alumno que quiera leer, un diario que ante todo fue un modo de entretenimiento en mis viajes de una hora desde la facultad hacia casa. Un diario que extrañamente una tarde que me dirigía a mi entonces trabajo me pidió para que integre sus filas, bajo la voz de una señorita de nombre Elizabeth quien manifestaba a través del hilo telefónico que unos profesores me habían recomendado y que me acerque el día martes a una reunión a las 11 de la mañana, propuesta la cual acepte dándome cuenta que estaba iniciando mi proceso a hacerme periodista.
Pero mi expectativa de saber cuales eran las instalaciones, el trabajo y demás se veían truncos ante la manifestación que cruzaba la segunda avenida más transitada del centro de Lima (luego de Abancay).
***
Llegue retrazado, carnet en la puerta e ingreso “Buenos días” balbuceado al guachimán y caminata de casi 50 pasos hasta la puerta del taller, espera a ascensor que se ubicaba en el segundo piso ¿Quién en este mundo baja un piso por ascensor?, me pregunté. Finalmente llego e ingrese, piso 5 y cierre de puertas, se iniciaba el ascenso y la puerta de ingreso bajaba al son de la polea que dirigía el ascensor, cuarto y quinto, puertas abiertas, hacia la derecha Taller de Periodismo Escrito, unas puertas de vidrios oscuros y letreros rojizos en la puerta, a la derecha figuraba el nombre esperado Periódico Redacción, no ingrese, me acerque a la ventana y casi opacamente me percate que no había nadie, extrañado me acerque más y casi al fondo en una mesa semiovalada un grupo de muchachos se encontraban sentados, toque levemente el vidrio y me alzaron el brazo “Ingresa” dijeron sin palabras y obedecí.
Un grupo mixto y variado, con rostros conocidos y otros no los que me recibía, entre ellos la editora, Elizabeth la cual me recibió, me pidió tomar asiento y busque la primera silla que se ponga cerca, la arrastre y quede entre dos muchachos, se miraron y dijeron que también me presente, obedecí, di mi nombre, el ciclo, mis expectativas y que cualquier cosa no duden en preguntarme.
Elizabeth pidió explicación de mi tardanza, le dije que el tráfico fue el problema, si entraba en detalles seria descortés o quizás muy “rochozo”, la reunión continúo.

***
Redacción según los ejemplos que vimos era de formato tabloide, suyo logo poseía los colores verdes en sus letras, Red comenzaba con el oscuro y se aclaraba en la palabra acción, tenia dos suplementos, el cuerpo A con las noticias resaltantes y seria junto con los deportivos y culturales. El cuerpo B que era como el de Espectáculos, gastronomía o ecología, turismo, espectáculos y personajes, y una crónica, ah claro y su crucigrama, diferenciación y dibujos.
Reaccioné de mi apreciación y finalmente pidieron temas para la siguiente reunión al día siguiente, temas los cuales se verían plasmados en el diario y escritos por nosotros mismos, firmados y con todo lo que un diario debía tener.
Pidieron que nos conozcamos, que conversemos, que vayamos conociéndonos uno al otro y veamos con quienes trabajaríamos, ¿Por qué no? Era hora de saber con qué personajes estaba por toparme en mi primera aventura periodística

Continuara…

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