lunes, 31 de agosto de 2009

La despedida de los Papeles...

Mas 104 post y todos siempre escritos con el cariño y sentimiento que me caracteriza.

Historias que al vivirlas me trajeron invisiblemente una moraleja y que aun guardo cordialmente en mi corazón.

Un blog que nació prácticamente sin querer y que se convirtió con el tiempo en un impulso más para ser aquello que deseaba tanto, ser escritor.

Más de un año, mas palabras, mas historias… y como dice la frase “Todo lo bueno tiene su final”…

Papeles y solo escritos lastimosamente cumplió un ciclo, ese de mostrar a los visitantes a la “blogosfera” quién era yo y que traía bajo el brazo… quizás fueron los nuevos programas, las nuevas páginas que dieron la oportunidad a crearse un espacio en internet y ser conocido fácilmente por el mundo, y creo que mi blog lo logró.

Creo que Papeles y solo Escritos cumplió ese ciclo de ir en pañales, de conocer el mundo apuntándole a las cosas con el dedo y sintiendo las primeras llamadas de atención de quienes lo conocían. Por eso creo que ya es hora de buscar algo más serio para el mismo.

Mi blog no se extingue, salvo el nombre, este muchacho cargado de sueños, de historias y anécdotas aún continua, pero esta vez (de la manera coloquial) por otro canal.

Gracias a todos y espero ahora me sigan por este nuevo espacio.



Ahora los papeles escritos se volvieron Quimeras

lunes, 24 de agosto de 2009

¿Quién eres?

Es extravagante decirlo, pero créelo, esto que escribo es para tí, muchacha de ojos hermosos que apareciste de repente en mi camino y que sin esfuerzo ni nada que te cueste generaste que mi mente se quede prendada de tu belleza.

No te conozco, solo sé tu nombre, mas no sé quién eres y a que te dedicas, intento conocerte, acercarme mas a tí, saber de donde provienes, que te gusta y que no. Es desesperante darme cuenta que ello genera una y mil cosas, uno y mil pensamientos que no dejan de surcar mi mente las veces que te encuentro cuando estoy en un lugar.
Digo que sé tu nombre, claro, lo sé porque lo escucho cuando te llaman tus compañeros o cuando te saludan y coincidentemente estoy ahí; pero no se nada, no se nada en lo absoluto de tu persona.


No sé como es el destino, pero a veces pienso que como dice la canción “la vida te da sorpresas”; cierto, apareciste así de repente, ni siquiera me diste tiempo a olvidarme de un antiguo amor, pero eso si, hiciste que se extinga con el paso de las horas contemplándote tanto tiempo.
Quien quiera que seas, aun me pregunto ¿Por qué dibujas suspiros con cada paso que vas dando?, ¿Por qué tu belleza es lo que deseo ver cuando estoy solo?... preguntas que aún no me explico, pero la mas cercana y mas analizada seria ¿Es capaz enamorarse alguien de una persona que no conoce?... Espero una respuesta.


Solo decirte que el mundo a congeniado bien para que aparezcas de inmediato, para colocar un parche más a mi corazón y para hacerle palpitar normalmente como en mucho tiempo no lo hacia.

Una canción:

viernes, 21 de agosto de 2009

La redacción

Extracto de la historia que vengo escribiendo

Tras pisar Lima y beber una copa de vino en el Queirolo de Pueblo Libre decidí dar un paseo por los lugares que tanto tiempo no veía, me pregunte entonces por qué no visitar la redacción del antiguo diario al que pertenecía. Le pedí a mi representante que por favor me brindara un día a solas, es decir, sin que me siga o me muestre la agenda con las entrevistas o contactos a visitar, con un poco de temor acepto, pero siempre atento a que no me pase nada, la calle ahora se había puesto peligrosa, no le creo, al menos no ahora, siempre lo fue.

Ese día decidí salir como una persona más, como siempre vestido con un jean azulado y cafarena negra y la casaca gris que me identificaba por momentos, mi representante me llamo y me pidió que vaya con cuidado, por tercera vez en todo el día y subí al micro que me dejara por la avenida Del Campus, en el trayecto revise los ambientes del bus y vi al publico concentrado en su música, en sus lecturas o en sus pensamientos, ahora podía percatarme como lucia las veces que salía del diario.

Tras casi cuarenta minutos de trayecto llegue a la avenida, camine y vi los cambios que pasaron, no lo podía creer, los años no pasaron en vano, ahora el paradero de buses quedaba a mas cuadras de distancia y la tienda de la señora Zoila, donde bebíamos gaseosa o fumábamos un cigarrillo con los muchachos había desaparecido: ahora era un pequeño restaurante donde vendían el clásico menú. Decidí ingresar pero el cambio era obvio, no había conocidos ni nadie, los dueños me miraron y preguntaron si comería, dije que no, pero antes que me expulsen pregunte por la señora que tenía antes ahí una tienda, solo me respondieron que cuando llegaron ya el local estaba en venta. No pregunte más y volví a la calle.

Llegue al edificio y en la puerta estaba un seguridad, me pregunto que deseaba y simplemente sonreí, “Quiero visitar el quinto piso, yo trabajaba ahí antes y quiero verlo”, le dije y el hombre se extraño, me pidió una identificación y se la di, al observar el nombre frunció el ceño y me miro a los ojos, “Su nombre se me hace familiar”, era evidente, ser escritor y ser también conocido en otros países te hace algo desconocido en tu patria, a menos que lean algún libro o vean las noticias. Me dijo que entre pero que hable con el seguridad del cuarto piso, pregunte que era ahora puesto que antes fue un diario, “Ahora es una revista de turismo”, dijo y siguió buscando en su mente donde había escuchado mi nombre.

Al ingresar vi que la recepción donde estaba Jessica ya no existía, directamente hacia dos escaleras, las que siempre subía o bajaba y el viejo ascensor que no mostraba daños a pesar de los años. Subí por el ascensor y vi a través del espejo que poseía en su interior el reflejo de mi adultez, ya no era el muchacho practicante que deseaba ser escritor y ser uno de los mejores periodistas del medio, ni mucho menos el que deseaba que el diario “Decisión” sea el primer lugar donde seria editor. Finalmente llegue al quinto piso, e asombre al ver que todo era distinto.

Antes de dar un paso un seguridad me detuvo, me pregunto que deseaba y le explique lo mismo que le dije a su par en el ingreso, le mostré mi identificación y me observo, esta vez su rostro colérico cambio rotundamente, “Yo lo conozco, usted es el escritor”, me dijo y parecía contener la respiración. Le salude y me presente y el también , me dijo llamarse Peter Feijó y me conto que un hijo suyo había leído una novela mía para un curso de lenguaje en el colegio, me emocione y le dije que me permitiera ingresar a recordar mis tiempos de redactor, acepto y pidió acompañarme, conteste afirmativamente y finalmente ingresamos.

El ambiente estaba lleno de papeles, era la misma sala de redacción pero con las paredes cambiadas, ahora una capa de pintura gris y blanco ocupaba el viejo espacio donde dejábamos nuestras huellas todos los redactores, no sé porque pero de inmediato recordé imágenes, como hologramas que aparecían de inmediato y ocupaban los espacios vacios por donde iba, me pareció ver a Guillermo Ascas correteando por el ambiente a Omar Vásquez y gritarle que le gustaba salir con hombres cuando no era cierto, vi a Juan Carioso intentando desgravar una entrevista siempre teniendo a su lado a Paloma Barreda molestándolo con algún nuevo chisme, vi a Mario Lavoe en un lado discutiendo con Josué Polar sobre si el Sporting Cristal era mejor que la U, y luego vi a Teodoro Quispe jugando en una maquina a dibujar cosas nuevas u publicitarlas como anuncios de periódicos, y tras todos ellos la imagen que tanto recordaba, yo en una maquina escribiendo y Victoria Quevedo apareciendo y escapándonos ambos por la puerta para no mostrar la redacción final a nuestro jefe.

No dije mas, me despedí del seguridad no sin antes darle un autógrafo en su cuaderno de visitas, le prometí volver en caso necesite algo mas y salí del lugar, baje las escaleras esta vez y llegue al primer piso, el seguridad del ingreso se despidió diciéndome que no me recordaba pero que si volvía a visitarlo esta vez lo sabría, tras recordar todo camine con dirección a otros lugares, esta vez iría al parque de los Sabanales, esta vez para ver si los arboles donde conversábamos con los muchachos seguían en pie. (…)

viernes, 14 de agosto de 2009

Nunca comprendí...

Pasa el tiempo y me di cuenta que no escribir en mi blog es el método más sencillo de no poder expresar algunas disyuntivas que tengo y tenia…
El tiempo pasa y me percato que muchas cosas han pasado, mucho en realidad fuera de mi carrera de estudiante y aspirante a escritor, justamente es el mítico y típico tema este del amor (disculpen si les aburre el tema, pero esto escribo y con esto me quedo); sucede que ahora y con el paso de los días y entre interpretaciones fehacientes me he dado cuenta que ello sirve demasiado para vivir.


Como lo dijo mi personaje de la novela que escribo, “el amor es la herramienta suficiente para volverte loco”, es cierto, te vuelves loco, de pensar, de repasar e incluso de buscar, y no creo que alguien me diga que es fácil hallarlo, en realidad creo que es necesario rebuscar en lo más profundo para hallar a esa persona especial.
Por ejemplo, yo. En realidad estos días me dicen que quizás en el camino haya encontrado personas especiales, que me arrancaron un suspiro e incluso horas de sueño, pero “la indicada”… por momentos pienso que sí, pero como siempre ocurre el típico tema de la pérdida, es decir, que se dio la oportunidad pero no se logro nada.

No sé porque pero siempre pasa lo mismo, siempre, del conocer accidentalmente a una chica, muy linda también, pero en este caso verla como una amiga, únicamente como ello y con la idea me tenía que quedar, así era durante un tiempo, o unos meses, pero en realidad pasaba cuando se descubría que ella tenía algo especial, que podía ser linda, podría tener un pensamiento positivo y que quizás se acercaba mucho a lo que yo también pensaba, claro con unas cuentas discrepancias, sentía que con ella podía ser algo mejor de lo que podía imaginarme.
Los días juntos, las salidas y conversaciones confirmaban ello, deje de lado esa amistad y lo enfoque más a una futura relación, una historia que podría tener por fin esa escena que me imaginaba, ella y yo juntos.

Pero (porque siempre hay un pero) el error del temor a no perder a esa persona te hace callar, silenciarte por completo, dar un paso al costado y ver su vida pasar sin compartirla junto a ella, cosa que hice y con el paso de los meses me di cuenta que la perdía, hasta el día que finalmente y sin poder hacer nada, se tiene que decir la verdad de los sentimientos.

Hoy llueve en Lima, casi son las 9 y media y recuerdo una noche que estuve junto con una chica en una calle, justamente llovía, y me doy cuenta que en este caso su comportamiento de ella para conmigo y todo lo que hacía junto a mí en la etapa de amistad fueron como una señal que era a quien esperaba…
Como dice un poeta José Ángel Bueza “No sé si me quisiste... No sé si te quería, o tal vez nos quisimos demasiado los dos…”, quizás era verdad, quizás no, pero quiero pensar que fue así y si perdí mi oportunidad, que hacer… seguir adelante.

Así es el amor, dice una canción popular de mi país. Pero bueno, lo único que me conforma es que esto no va a alejarme de todo, así es la vida, y así es el corazón, solo es cuestión de ver pasar los días, marcar el calendario y comprender que cada día se convierte en la posibilidad de recuperar ese tiempo que no hiciste nada y que quieres repetir para poder por fin mostrar una sonrisa y dar por fin una caricia o un beso que solo se vive en sueños nocturnos.

Nota:
Bueno, no escribía mucho en el blog, pero ya se me ocurrió algo de qué hablar, descuiden, ahora si no pienso dejarlo, y desde ya adelanto que el próximo post será algo diferente, un cuento.