- ¿Por qué tanta desesperación en encontrar a ese tal Fuguet?
- Porque es quien tiene la culpa de lo que estoy viviendo ahora – le respondí.
Acepto que no era el fin del mundo, pero caí en depresión, una depresión que parecía decirme que si no ingresaba ese día no ingresaba nunca a esa universidad, y menos, que si no ingresaba aquel día no estudiaría Literatura en otro lugar y nunca jamás.
Intentando olvidarme de todo ingrese al mundo de la televisión, sin ver otras posibilidades me enfrasque en mi casa y no quería salir. Y recuerdo aun ese sábado, no recuerdo que numero de mes cayó, pero si se que era el mes de Abril, cuando observe detenidamente por el canal 4 (América TV) una película peruana, una historia, un joven que quería ser escritor, que para serlo requería de un titulo en la carrera que estudiaba, que ingreso al mundo de la prensa y en la sección de policiales vio esa cara oscura del mundo real, la muerte, la sangre y diversos puntos más que hacían que se vuelvan ingredientes de sus historias de escritor.La pelicula se llamaba "Tinta Roja".
Me enganche directamente en la historia, el joven, se comía las uñas, como yo; quería ser escritor, como yo; leía a Vargas Llosa, como yo; no sabía nada del verdadero universo y del mundo que lo rodeaba, como yo; etc, etc. El punto era que a través de la historia pude apreciar lo que mi madre me había dicho una tarde en el comedor: “No requieres de estudiar Literatura para ser un escritor”. Espere los créditos, leí quien dirigió la película, quienes actuaron, quien escribió el guion, pero pude ver de inmediato una frase: BASADA EN LA NOVELA DE ALBERTO FUGUET.
Fue así que comprendí, acerté en ese instante, y sin más que pensar fui a dormir. Al día siguiente en el comedor y cuando mis padres almorzaban recién me senté frente a ellos, me miraron extrañados y añadí: “Mamá, Papa, quiero estudiar periodismo”, mientras en mi mente rondaba ese nombre ¿Quién es Alberto Fuguet?
- Resérvate el 25, vamos a entrevistar a Alberto Fuguet.
Abrí los ojos en plato y corrí de inmediato a mi cuarto, salte y salte y sonreí, empecé a recolectar esa información que tenia sobre aquel hombre, por fin lo iba a ver, estaba aun a una semana pero era el momento para ir ideando como seria el modo de atraparlo, decirle lo que debía decirle, entablar ese confesionario de palabras que ambos debíamos decirnos. Por un momento tuve miedo, creí que no se haría, que el hombre no querría declarar frente a la prensa, pero no, olvide todo y de inmediato clave en mi mente la frase que debía decirle aquel dia, esa cuando estemos mirándonos a los ojos. Es el mes de la patria, el mes de mi país, debia demostrarle a ese personaje que en el Perú hay talento, hay de todo, podria ser un perfecto regalo de mi patria.
***
Ese era el mundo que quería ver, conocer, ese ambiente del periodismo donde se demostraría los dotes de la literatura, eso era, le periodismo era una literatura, barata, pero literatura a fin y al cabo.
Mientras Fuguet estaba tal vez escribiendo una historia o dirigiendo algún corto, a miles de kilómetros, en Perú, en Lima, en el distrito de Independencia, en una casa color verde, un joven de 19 años comenzaba a admirarlo más y más y con más ganas quería hacerse escritor.
Luego de haberme humedecido la cara y con las preguntas en el bolsillo de mi camisa me dirigí al lugar pactado, ahí estaba los muchachos de los talleres, Alejandro, Marilia, Valerie (multimedia) y Marcelo (fotógrafo) saludaban a un hombre alto, llevaba un libro en su mano con un resaltador color rosado, lo vi, era él, el culpable, no había algún modo de atraparlo, estaba ahí, y yo comencé a sentir ese frio que recorría mi mente las veces que lo más importante de mi vida está por pasar. Me acerque, salude a la representante del hombre, luego lo vi a los ojos, era él, le di la mano y únicamente atine a decir mi nombre, de donde era y mi labor. Caminamos juntos hasta el comedor de la Feria y en un rincón nos acomodamos para hablar, conversar, en fin, las entrevistas señaladas debían desarrollarse.
Luego de la entrevista de Multimedia sentía por momentos que Fuguet no querría seguir hablando, era mi turno, debíamos hablar, hacerle las preguntas necesarias al caso y su carrera. En cambio acepto, y yo con algo de temor y un poco de emoción comencé mi cuestionario, Alberto Fuguet me miro y me dio la mano ¿Tu nombre?, me pregunto. Le respondí y comenzamos con la entrevista.
Su carrera de escritor, sus películas, "Tinta Roja" y todo pudieron esperar, comencé diciéndole lo que había jurado decirle:
- Comenzare mi entrevista diciéndole, a buenas maneras, que por su culpa estudio periodismo.
Fuguet me miro, sonrió:
- ¿Sí?, que ¿me estas retando? - me dijo
Le explique el porqué de mi frase, me dijo que siempre pensó que “Tinta roja” era para que la gente no estudiara periodismo; yo le dije que no fue así, que fue al revés a lo que me respondió:
- Gracias supongo o perdón.
No lo buscaba para acusarlo, simplemente para decirle que por su historia estaba ahí, que por su historia era el orgullo de mi familia, había conocido a las personas que me demostraban el verdadero mundo al cual estaba a punto de escaparme, encontrar otros dotes que poseía, causar admiración por pocos, encontrar a seres especiales, y lo más importante, que por su culpa y por su historia quería ser escritor a toda costa.
Frase final (Hoy Dialogo Final):
Inolvidable 1.-
YO.- Quiero ser escritor
FUGUET.- Ten cuidado
Inolvidable 2.-
YO.- ¿Dónde uno puede hacerse escritor?
FUGUET.- En la tierra.
LO MAS IMPORTANTE:
FELIZ DIA PERÚ LINDO, MI PATRIA, MI PUEBLO, MI GENTE, MIS COSTUMBRES... TODO TODO... GRACIAS POR TODO LO QUE ME DISTE Y QUE MEJOR MODO DE COMPENSARLO QUE LLEVANDO CON ORGULLO TUS COLORES EN MI PECHO Y MIS PALABRAS. (El proximo post es para tí)