miércoles, 4 de julio de 2007

EL CIBER-CAUDILLO

Crónica sobre como por intermedio del Internet me volví (sin querer) en casi un caudillo.

I

- ¿Nada de Liberalismo? – me pregunte viendo la pantalla de la computadora.
La ventana estaba abierta, Gmail me daba la bienvenida y me decía que no había correos nuevos, solo los de siempre, los típicos colgados con el vocabulario culto forzoso de los alumnos de mi clase de Ideas Políticas y Económicas demostrados en las exposiciones durante el tiempo de las clases. Estaba desesperado, estaba preocupado, me daba el temor total de no poder terminar de estudiar todas las clases en ese día; debía hacerlo, debía saberlo todo con la finalidad de subir esa nota que me afectaba tanto que era como perder un cuaderno con escritos míos.
Mi desesperación era tal que no dejaba de prender y apagar la computadora cada hora a espera de la clase faltante. Aunque ver como Tomas Hobbes y John Locke me llamaban a volver a leer su historia, y luego observar a Marx llamándome a seguir su idea sin siquiera saber que se equivocaba, o intentar comprender lo que motivo a los miembros del Socialismo Utópico a generar las revoluciones. Todas las historias me gritaban a seguir leyéndolos, pero yo debía estudiar todo, ¡Y Liberalismo que no llega! Debía repasarlos y ahora mismo, en ese momento, casi a las ocho de la noche y sin siquiera recordar qué era el Absolutismo, siendo el primer tema a estudiar.

II

Era ya tarde, ¡Liberalismo ya llego! Pero ni me acuerdo como se escribe el titulo.
Me vi sincero, me vi mal, sabia que no podía, eran mas de 17 paginas con letra Times New Roman de 9 puntos y con temas tratados en clase que solo podía explicarlos en algún momento de inspiración, sentía que al día siguiente no estaría así. No me quedo otra, ver el correo de la clase lleno de esas palabras Liberales ideológicas, y otras cosas mas me llenaban el cerebro de tantas indagaciones que les podría decir que Karl Marx era pata de Rosseau y que Hernando de Soto era promoción de José Carlos Mariategui... me vi entonces en la obligación de ser el sincero conmigo y quise demostrarlo ante todos de algún modo.
Abrí en el correo la sección de nuevo mensaje y empecé a escribir algo, no un mensaje donde pedía ayuda o alguno pidiendo alguna clase faltante, tuve únicamente el fin de poder escribir unas cuantas palabras que me hacían dar, como escribí de titulo: Un Aviso Sincero.

Compañeros:
Me veo en la obligación de escribir este mail con la finalidad de demostrar mi sinceridad.
No es que sea flojo, solo puedo atinar a demostrar lo que soy diciendo que no he estudiado muy bien. El motivo, por lo que son tantos temas que en verdad me provocan un mareo total en mi mente. Por ello solo les pido que nos “levantemos” por este examen, que seamos fuertes y que demostremos que podemos realizar una meta fuerte como es aprobar el curso.
Sin mas que agregar me despido. Fuerza compañeros.
(No recuerdo ahora bien lo que escribí pero es algo semejante a diferencia que eran unas cuantas líneas mas)


Envié el mail con una sola idea, este decía que procuremos como alumnos hacer hasta lo imposible por aprobar un curso tan difícil como este, la idea de escribir el mail surgió y se hizo en el momento, lo pensé una vez y estaba ya colgado en el correo.
Lo único que esperaba para ese momento era una respuesta, alguien que dijera que tampoco había estudiado y que iba a ser todo lo que podía por levantar su nota. Tenia fe, tanto que apague la computadora, tome un café, subí a mi cuarto y volví a leer mis apuntes de las clases.
Liberalismo, Totalitarismo, Ideas Políticas Peruanas, Revoluciones, Mariategui, Hobbes, Ilustración, Política Pendular Peruana... ¡uff! Eran casi las 12 cuando decidí ingresar por ultima vez al correo, para ver si alguien apoyaba mi opinión y procuraba comprometerse a estudiar si era posible hasta la amanecida y levantar esa nota que definitivamente debíamos pasar.
Grande fue mi sorpresa al ver una respuesta a mi mail sincero; no fue lo que me esperaba, enserio, todo resulto para mi al leer ese mail algo realmente extravagante, a pesar que no lo recuerdo bien leí entre sus líneas la frase : “Si, vamos a levantarnos contra la profesora”. Desde ese momento tanta fue mi sorpresa que decidí no leer mas ni repasar el Método Dialéctico de Marx.

III

Fui a dormir pensando que todo era solo un malentendido por parte de la persona que haya leído aquel mail, leí solo dos párrafos de Mariategui y entonces me cubrí con mi frazada, sabia que había sido un día agotador, que todo fue solo un día mas y que el examen seria mañana y que tal ves la profesora leyera el mail y... ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡!!!!!!!!!!!!!!!! ¡Oh por Dios!
Me levante y corrí para pedirle a mi hermana la computadora, borrar el mensaje y algún otro comentario para que ello no se expanda, pero terca como es ella me dijo que no prendiera nada, resulte discutiéndome por culpa del carijo Internet, porque no pagaba, porque ni le daba un sol, porque me lo gastaba mas que ella, etc ,etc... mi preocupación no era un pequeño pago de veinte soles al mes, en ese momento mi única salvación era entrar a ese correo, marcar aquel mail y borrarlo de la red antes que la frase ¿Quién fue? Prime en el salón minutos antes del examen.

IV

Mi idea era para ese momento llegar a la Universidad y dar el examen de Tecnologías, pero al llegar y repasar Ideas Políticas era lo único que primaba en mi mente, mucho mas que saber que era Joomla! o sino los dominios de la Internet.
De un momento a otro recordé lo del mail, no tenia tanto miedo, igual todo debía ser solo un malentendido y si debía de preguntarse quien fue el culpable, simplemente me levantaría y diría que fui yo.
Al llegar a la sala de internet me encontré con unos amigos, Eduardo y Gaby, quienes me saludaron con calma y tranquilidad, al momento de sentarme en una maquina y luego de dar mi código de estudiante escuche una frase: ¡Oye! ¿leíste el correo donde la gente va a protestar?. En ese momento recuerdo que sude frió y olvidaba mi contraseña para ingresar a intranet.
Ente al correo de la clase y espere a que cargara, la tensión era fuerte, ¿qué provoque? Me pregunte en ese instante mientras Eduardo leía cada respuesta ¡Son mas de quince! Me dijo.
Al ingresar vi mi mail entre tantas líneas y vi entonces la cantidad de respuestas, eran mas de 16, y un correo aparte donde también comentaban dos personas mas.
Leí cada uno de los correos, decía casi lo mismo que había dicho la primera persona que contesto mi aviso sincero, excepto dos voces que reaclamaban el porque del levantamiento.
¿Yo no provoque esto? Pregunte hacia mi silencio interior. En cada mail decia un solo tema:
“Si profesora, piedad”
“Protestaremos porque es un abuso...”
“Todos unidos, esto es demasiado..”
“Tanto me gusto su curso que me quedo...” etc, etc
Me vi imaginándome el momento del examen, la profesora terminaba de pasar lista y cuando estaba por dar las preguntas alguien se levantaba, empezaba el reclamo, todos le seguían y empezaban a gritar pidiendo un examen menos complicado, algunos sacaban banderas (extraña mi imaginación) gritaban vivas a las estrellas, ollitas y lampas, otros a una bandera, tal ves alguien sacaba una bandera indo americana y fundaba otro APRA en ese momento, tal vez por ahí surgía un remedo de Marx que culpaba al proletariado de docentes por las preguntas de un examen anónimo hasta ese momento mientras que yo en mi asiento procuraba no abrir la boca:
¡Oye ya son las 10 y 40! Me dijeron, salí extrañado y llegue al patio, no me quedo otra que resaltar mi valor, antes de escuchar halagos de algunas personas diciendo que aquel alumno valiente que se levanto debe ser uno realmente fuerte para hacer aquello.
Solo hasta el momento lo sabían dos personas, no me atrevía a decirlo, aunque pensé, si lo decía todo iba a detenerse, si fui yo. ¡Fui yo! Le dije a Eduardo, a Ángelo, a Adriana, a Bertha, a todos mis conocidos y compañeros que me conocían y compartían conmigo la clase. Mas tranquilo, había sacado esa carga de mi mente pero nada había acabado.
- ¡Si te botan, igual protestamos! – dijeron.
El examen seria en unas horas.

V

Tecnologías, fue tan fácil que poder subir las escaleras hasta el primer piso del pabellón; salí con Juan Carlos (quien fue el primero en enterarse de mi valor) y fui conversando sobre mi posible expulsión del examen. Me había fregado, si la profesora reclamaba debía salir, pero provocaba algo fuera de si, es extraño en la universidad ver un caso como este, pero mi sinceridad me convirtió para entonces en una especie de Caudillo sin bandera ni escudo.
Juan Carlos me daba unas pautas para que poder decir en ese momento si alguien reclamaba, donde debía pararme y donde debía ir a llorar cuando me saquen del aula.
El examen era en treinta minutos y decidí ir al salón de una vez por todas, sonreía con tal que no vean mi nerviosismo y me di cuenta que no había dado un ultimo repaso.
Llegue al salón y mis compañeros que sabían de mi heroicidad me acompañaron, me daban fuerzas ante cualquier cosa, tenia miedo, tenia miedo hasta el momento que en medio de la risa y el temor la profesora entro al salón. Nadie había sacado una pancarta aún, felizmente.

Era la una y la profesora estaba a punto de tomar la lista, llegaba el momento y los comentarios casi silenciosos del mail se propalaron por todos lados del salón, mis amigos que se sentaban cerca de mi me decían únicamente que me apoyaban en lo que suceda, y que la idea de la protesta debía hacerse a toda costa si algo pasaba, especialmente por parte de los que se sentían ya desde que ingresaron al salón desaprobados; sabia que en cualquier momento alguien empezaría, que alguien por ahí reclamaría y empezaría todo, luego la profesora preguntaría quien fue el culpable de dicho acto proselitista.
Pero no fue así.
El examen fue como debía ser, sin reclamos, con silencio y con el tiempo suficiente.
Escribí lo que pude escribir y mi (casi) caudillismo paso a ser un punto que no había de escribirse en la historia de la clase de Ideas Políticas, a excepción que una de las preguntas era reflejar una opinión en base a la ideología peruana basada en (para colmo de males) sobre El Caudillismo.

VI

Como para terminar una anécdota llena de risas y por momentos de temor solo puedo narrar que gran parte de mis compañeros jalo el examen... eso si, yo estoy entre esa mayoria.
Pero como por divinidad y clemencia hacia mi persona la profesora me dio otra oportunidad, ahora era yo solo frente a ella y una sola oportunidad de salvarme el pellejo, ya sin ayuda de nadie, y únicamente armado de un papel con un tema dado en clase.
Yo contra todo y sin hacer una protesta por lo que me ocurría.
Sin entrar en detalles, y creo que con una ayuda... aprobé el curso con un 11.

3 comentarios:

- Berenjena - dijo...

Recuerdo cuando me contaste aquello.. sí pues, te convertiste en un héroe, lamentablemente hubiera sido interesante que hubiera ocurrido en verdad ese acto de protesta, quién tendría el valor de hacerlo en nuestra universidad?... no pues, no estamos en san marcos u otra nacional, es la San Martín, y allí, no existen huelgas de homologación ni reclamos de alumnos por alguna injusticia (xq nos botan), y además... nadie, como en esta historia, levantó la voz a la hora de la verdad... caracho!!... deberíamos unirnos, pero para una baja de la mensualidad, para más becas... más beneficios... mucho hablé... bueno mi estimado Jorge, a mi también más has hecho levantar mi voz de protesta, quízás, además de escritor, deberías ser político... ;)

Alfredo Perez Andrade dijo...

POr favor, no vuelvas a violar a la crònica.

Anónimo dijo...

seeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, reventemos a la san martin consigamos armas, y tomemos a la universidad volemos algunas cabezas !!!! proletarios del mundo unios !!! jajaja que hablo? en esta universidad todos son mas burgueses, no miento, espero nadie se ofenda jojojojo